¿SABES QUÉ ES LA PELAGRA?
La expansión del maíz como uno de los alimentos básicos trajo consigo una devastadora enfermedad relacionada con la deficiencia de nutrientes denominada pelagra.
La causa de la pelagra constituyo un enigma médico durante siglos, hasta que, en el siglo XX, un grupo de científicos resolvió el misterio. Hoy te contamos todo sobre esta desconocida enfermedad.
“La pelagra es una enfermedad producida por deficiencia dietética, debida a la ingesta o absorción inadecuada de vitamina B3 (niacina), uno de los compuestos del complejo de la vitamina B y el Triptófano”.
Fue considerada inicialmente como una enfermedad infecciosa hasta que el médico Joseph Goldberger demostró que era derivada de una deficiencia vitamínica. Es una enfermedad frecuente en todo el mundo, aunque su incidencia en los países occidentales es reducida gracias a que el trigo consumido suele estar enriquecido con vitamina B.
Las personas más castigadas por la enfermedad son aquellas que siguen una dieta pobre en proteínas, acentuándose todavía más en los que la dieta tiene al maíz no nixtamalizado como base alimenticia; también afecta a las personas que padecen enfermedades gastrointestinales que provocan una alteración de la absorción de vitaminas. En la actualidad, la pelagra es extremadamente rara, observándose de forma ocasional en alcohólicos crónicos y con el uso y abuso de algunos medicamentos.
Síntomas
Generalmente, la enfermedad comienza con cansancio, laxitud, dificultad para conciliar el sueño y pérdida de peso. La piel expuesta del cuello, manos, brazos, pies y piernas se vuelve áspera, rojiza y escamosa, especialmente tras estar expuesta a la luz solar. Puede haber alucinaciones, agitación psicomotriz, psicosis; pueden aparecer lesiones dolorosas en la boca y otras afecciones que afectan al aparato digestivo, como la diarrea. De hecho, este signo (la diarrea) forma parte de la tríada clásica de la pelagra que hace que se la conozca también como la enfermedad de las 3d: diarrea, dermatitis y demencia.
Tratamiento
El tratamiento recomendado para prevenir y tratar la enfermedad consiste en la administración de niacina y otras vitaminas del grupo B; así como de triptófano, de manera que es necesaria la ingesta diaria de cantidades adecuadas de leche, carne magra o pescado, cereales de grano entero y vegetales frescos.
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