CÁNCER DE PIEL: CUANDO UN LUNAR CAMBIA DE COLOR
Los dermatólogos aconsejan que se acuda a un especialista ante cualquier cambio, que se considere inusual en la piel, un lunar que experimenta un cambio de color y/o tamaño, una marca nueva, una herida que no cicatriza correctamente, lesiones pigmentadas, ya que podría ser una primera señal de la existencia de un melanoma u otro cáncer de piel.
Para considerar que un lunar es normal hay que saber que suele tener un color uniforme generalmente canelo o negro; suelen medir menos de 6 mm de ancho; su forma es redonda u ovalada y que también puede ser plano o con relieve. La mayoría se tienen de nacimiento y a lo largo de la vida del individuo poseen el mismo aspecto, si bien, pueden desarrollarse nuevos en las etapas posteriores, que deberían ser supervisados por un dermatólogo.
“Es importante aprender a reconocer cualquier cambio en nuestros lunares, pues si bien son inofensivos, su alteración puede ser la antesala del desarrollo de un melanoma.”
En el caso de los melanomas, según la American Cancer Society (Sociedad Norteamericana del Cáncer) existe la regla ABCDE para detectar sus signos más comunes y se recomienda acudir a un especialista cuanto antes.
Los síntomas ABCDE son:
- A de Asimetría: la mitad del lunar o marca de nacimiento no es igual que la otra mitad.
- B de Borde: los bordes son irregulares, desiguales, poco definidos.
- C de Color: el color no es uniforme. Pueden aparecer sombras color marrón o negras; en otras ocasiones aparecerán manchas rosadas, azules rojas, azules e incluso blancas.
- D de Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de ancho (como el tamaño del borrador de un lápiz), aunque podría ser más pequeño.
- E de Evolución: el tamaño, la forma o el color del lunar cambia.
Tipos de cáncer de piel
El tipo más común de cáncer de piel es el cáncer de piel no melanoma, llamado así porque engloba a todos los tipos de cáncer de la piel, a excepción del melanoma maligno.
El melanoma es un tipo de cáncer de piel que se desarrolla cuando las células denominadas melanocitos, las células que producen la melanina (pigmento que protege de las radiaciones solares), se convierten en malignas. El melanoma si no se detecta en estadíos iniciales, tiene probabilidades de que se difunda a otras partes del cuerpo.
Respecto a los tipos de cáncer de piel no melanoma, se presenta de varias maneras, siendo las más comunes las siguientes:
Carcinomas de células basales. Se trata de un tumor que crece de forma lenta y puede ser un área plana como gruesa, de superficie lisa o en ocasiones escamosa. Posee un color piel o rojizo, perladas, brillantes y translúcidas al relieve. En ocasiones pueden sangrar y se pueden apreciar vasos sanguíneos irregulares o incluso zonas de color azul, negro o tono café. Representa el 70% de los cánceres de piel.
Carcinoma espinocelular o carcinomas de células escamosas. Aparece en las áreas superiores de la epidermis, de superficie áspera y supone el 20% de los cánceres de piel.
Queratosis actínicas se manifiestan como pequeñas manchas escamosas que pueden variar desde el color rojo, rosado o del color de la propia piel. La cara, orejas, manos y los brazos, es decir, las áreas más expuestas al sol, son los lugares donde se localizan.
Existen otra variedad de tumores de piel, menos frecuentes como el Sarcoma de Kaposi, el carcinoma de Merkel, tumores de anexos, etc., por tanto, cuando notes la aparición de alguna lesión nueva o el cambio de algún lunar aunque lo tengas de nacimiento, acude a un especialista para valorarla y descartar que se trate de algún tipo de cáncer de piel.
¿Te gusta este artículo? Compártelo